Piratería, simulacro o trasgresión son nociones que engloba la cultura shanzhai. Modos de producir de la gran factoría asiática, caracterizados por la hibridez; mercancías reapropiadas y dirigidas a los gustos locales y los extensos consumos globales, que originan un efecto subversivo: la réplica ha ganado terreno al original, relegado a despertar el deseo de las masas, y no le hace falta la firma, si no es para burlarse de ella.